jueves, julio 22, 2010

Carta al ciudadano silencioso

A través de mi correo, me ha llegado el siguiente ensayo, escrito, carta, queja, denuncia, invitación (o como le quieran llamar) de Luis Donaldo Colosio Riojas, hijo de...ya sabemos de quien es hijo!

Les reenvié el correo a mis contactos, los cuales consideré que probablemente si se detendrían a leerlo entre tantas notificaciones de facebook bloqueando el panorama visual de la bandeja de entrada de sus correos...en fin. Para todos aquellos que no forman parte de mi élite de amistades o contactos, he publicado este texto aquí.

Y sin más preámbulo, los exhorto a que lo lean, puesto que cuando yo lo leí pensé: "mmm, pienso lo mismo!". Porque no es que diga cosas que no sabemos, es que no las calla y de algún modo, no forma parte del grupo mayoritario de mexicanos que aparentemente intentan acostumbrarse a un estilo de vida de guerra en la que uno no participa (aunque podríamos considerarnos participes al callar la corrupción y demás ilegalidades que vemos acontecer frente a nosotros en la vida diaria), pero si se le afecta, lastima, perjudica...se chinga pues.


De la pluma de Luis Donaldo Colosio, hijo:

Tuesday, June 29, 2010
ANCORA IMPARO
México y su Tercera Insurrección

Por Luis Donaldo Colosio Riojas

La tragedia no te hace a prueba de balas... pero sí las aguantas mejor que los demás... Esta es, quizás, una de las más importantes enseñanzas que la vida hasta el día de hoy me ha dejado. Sin embargo, cada golpe, por sutil o insignificante que pudiera parecer, tiene, tarde o temprano, una cierta manera artera de llegarnos a donde más nos duele. México ha sido ya, por muchos años, un país desorientado, irresponsablemente mal aconsejado y, peor aún, social y moralmente desahuciado.

Al enterarme del sensible fallecimiento de Rodolfo Torre Cantú, candidato a gobernador para el estado de Tamaulipas, sentí un grave y profundo malestar. Esa clase de molestia que impide que uno descanse por las noches, esa angustia inexplicable que nos arroja fuera de nosotros mismos y nos roba maliciosamente de una realidad coherente y explicable. Rodolfo fue mi amigo, y aunque lo conocí muy poco, no lo niego, tenía fe en su persona. No por su partido o propuestas de campaña, sino por su integridad como ser humano que, desde el momento de estrechar su mano, se apreciaba en ondas cálidas de autenticidad y franqueza. Mi más sentido pésame a su familia y amistades, muchos de ellos míos también, por esta irreparable pérdida.

Ahora bien, más allá de la trágica pérdida de este extraordinario ser humano, así como del candidato a presidente municipal por el municipio de Valle Hermoso, Tamaulipas, quien falleciara en similares circunstancias, debo asentar una reflexión: ¿qué más hemos perdido? Como nación, México está entrando a una delgada línea entre la sanidad y la locura, donde el arrebato de pasiones se desbordan en direcciones que no demuestran ser favorables para nadie. ¿Pero qué diablos le está ocurriendo a México? Ahora el crimen organizado ha enviado un mensaje claro y fuerte y que resonó tan duro y potente como metralla: la democracia en México también es asesinable. Más allá de la corrupción enmohecida dentro de nuestras instituciones, ahora cargamos con esta nueva amenaza que atenta en contra de todos los niveles de gobernabilidad y soberanía que antes creíamos ostentar como nación.

Se me viene a la mente aquel comercial de Iniciativa México y no puedo sacarme de la cabeza una cierta frase que detonó en mí la reflexión de un tema que ya venía yo acuñando desde hace meses, "cada cien años México se propone hacer algo grande". Lo cierto de esa frase es que cada cien años, desde la institución de este país como uno independiente y autónomo, México vive ciertamente algo grande. Una afronta bélicosa para garantizar nuestra continuidad como nación, y que se desata una vez por siglo. Primero por nuestra independencia. Después por nuestra democracia. Hoy, sin darnos cuenta, estamos ya todos involucrados en medio de una guerra que estalló hace algunos años y que invariablemente nos afecta a todos. México está viviendo ya su tercera insurrección y somos nosotros, sus ciudadanos, sus principales caudillos, ya que en nosotros está el poder de resistencia y fe que nuestra nación requiere para salir avante. Paciencia y fe...

Esta guerra que vivimos en contra del crimen organizado, cuyo propósito ha sido hasta ahora el de contaminar y corromper las fibras más hondas de nuestra integridad como país democrático e independiente, era algo que se veía venir, algo que quizás tarde o temprano tenía que pasar, y sin embargo creo que nadie dimensionábamos la magnitud del culatazo de nuestras propias armas, y más aún, que el enemigo estaba ya hábilmente consolidado entre nosotros. Paciencia y fe...

¿Y qué nos corresponde a nosotros como ciudadanos? Supongo que esperar, y aún así no sería suficiente. El día en que exista sinergía entre sus ciudadanos, México tendrá esa cohesión nacional que tanto necesita. El repudio a nuestras instituciones es comprensible, mas nunca productivo si no se acompaña de un auténtico deseo e intención de "sanitizarlas". ¿Reformas? ¿Marchas? ¿Protestas? ¿¿Funcionan?? El día en que nos interese lo que está sucediendo en nuestro país lo suficiente como participar en la medida en que nos sea posible, ese será el día en que la democracia en México recobre las fuerzas necesarias para dar réplica a esta ola de incertidumbre por la que estamos atravesando. ¿Quién se une? Paciencia y fe...

La pérdida de hombres como Rodolfo Torre Cantú a manos de esta guerra es algo inaudito, reprochable, abominable. Algo que no creíamos que fuera posible por que tal vez no habíamos dimensionado la gravedad de nuestra propia situación y del daño colateral que nosotros los mexicanos recibimos a causa de ella. Yo le tengo amor y fe a este país. En él nací y crecí, y será este suelo el que me verá morir, aunque desgraciadamente continúan sucitándose situaciones que me decepcionan de mi patria, y para rematarme, la fría estocada de la indiferencia de sus ciudadanos. Qué lástima, y yo que creí que México ya había superado aquella lamentable etapa de asesinar a sus candidatos...

El autor es fundador del despacho Basave, Colosio, Sánchez Abogados, y catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Twitter: @colosioriojas





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No dejemos que la indiferencia nos gane.

viernes, julio 16, 2010

Unas cuantas letras

Presencia de una mente a corto plazo

Cuando las ondas cerebrales bajaron,
Tenuemente seducida por la anestesia del sueño,
el calor ya no se siente después de 46 vueltas en la cama.
Despertar tratando de sacar esa voz cantora,
después de horas de silencio, es abrumador,
Cual si estuviese afónica de tanto gritar por las noches,
no por una cogida del cuerpo mallugado en movimientos inconscientes,
por sueños que exhausta al pensamiento durante el supuesto descanso.
Ni uno ni otro, no pasó nada, y ese nada es más desgastante,
el sueño de una composición ideal, de notas en ascenso y descenso
ascendieron a mi recuerdo post-descanso,
luchando por retener ese ritmo, letra y melodía,
ese sabor a sensación de vida.
Destino, logro, sueño…un sueño de ensueño, que al irse, destruyó.
Descenso del recuerdo, no queda nada, solo saber que un día existió en mi mente.
Brillante es saber que lo tuve, lo tengo, se esconde en mi lado derecho,
pero él no lo sabe, pronto descubriré su escondite secreto
tal vez el camino sea volver a soñar, dejar de pensar y usar la razón manipuladora,
dejarme llevar por el lado sensorial de imaginación y fantasía
tengo todo! En un pequeño espacio del todo,
necesitada de ejercicio mental y fortaleza
esa música interior verá, que encontraré su mi, sol, si, re, fa.



Intruso

Quién eres? tu que te metes por la ventana de mis sueños, que se jacta de mis errores, aumenta el misterio y gana terreno.
Un amigo acompañante de la soledad sentida
Un amigo coqueto provocador de suspiros
Un amigo seductor y yo con mis intentos fallidos
Un amigo provocador de acciones inimaginables
Un amigo causante de temblor corporal
Un amigo intimidante presencial
Un amigo que empuja a decir barbaridades entre risas inocentes
Un amigo que logra sensación de comodidad ante la situación encontrada
Un amigo que propicia necesidades como verle y tocarle
Un amigo que incita a escribir palabras cuando sólo quisiera que se quedara en la mente divagante del receptor pasivo.
No quisiera mantenerle en el recuerdo, quiero que sea tan actual como cada vez que me miro al espejo y noto una nueva imperfección en el rostro.
Tan actual como el gusto por el café frío y caliente
Tan actual como el delineador de ojos de cada día
Tan actual como la preocupación versus vale madrismo de la debilidad visual
Tan actual como mis risas retumbantemente impropias
Tan actual como las noticias que he dejado de ver
Tan actual como mi riqueza en pobreza
Tan actual como el cambio de perspectiva y experiencia geográfica
Tan actual como el uso del Internet en este momento
Tan actual como el amor por ciertas series de tv
Tan actual como la necesidad del chisme entre amigas
Tan actual como la necesidad de comer todos los días
Tan actual como el tener sed aunque ya lleve tres litros de agua en el día
Tan actual como mis malas acciones-decisiones
Tan actual como el alcohol que al menos una vez por semana se consume
Tan actual como el calor del que me estoy por librar…
Entre cuestionamientos y deseos, se fortalece el ente (ya de por si dominante)…agobiante si me enredo por pensamientos continuos. Excitante si me dejo llevar por sensaciones continuas.
Debo tener cuidado… pues hay un intruso en mi mente. No lo veía venir, pero… ya está aquí. Así que: Bienvenido seas a mi pequeño mundo de alucinación.